¿Dónde comer en un restaurante turístico en Granada?

Granada no sólo es tierra de conquistas, arte y tradiciones milenarias: también la gastronomía brilla aquí con especial intensidad, y es heredera —al igual que la cultura— de influencias árabes que siguen muy presentes en las comidas típicas de Granada.

Entre los platos más importantes, destacan los soplillos alpujarreños, la tortilla de Sacromonte, la olla de San Antón, las habas con jamón de Trevélez o la zalamandroña, regados con las aguas de Lanjarón y con la oferta de vinos tinto, rosado y blanco de la provincia. ¿La mejor forma de degustarlos? Sentarse a la mesa de uno de los muchos restaurantes turísticos en Granada, pero ¿cuáles son las mejores zonas para encontrarlos?

Sin lugar a dudas, la Plaza de Toros es un escenario excepcional donde comer en Granada tapas y otras delicias culinarias. En las inmediaciones de la Monumental de Frascuelo, considerada ‘Bien de Interés Cultural’ en España, se ubican plazas, calles y avenidas de interés para el público foodie. Así, la Avenida del Doctor Oloriz es el rincón perfecto para reservar mesa en establecimientos tan afamados como el restaurante La Soleá, elección más que apropiada si se quiere saborear lo mejor de la cocina granadina y asistir a espectáculos de flamenco en vivo.

El corazón urbano de Granada también depara a los viajeros un amplio abanico de bares y restaurantes de interés turístico. La Plaza Mariana Pineda, por ejemplo, es un buen destino al que encaminarse, por su excelente comunicación con las calles San Matías y Ángel Ganivet y sus joyas arquitectónicas (el Palacio de Bibataubín, en primer lugar). Son muchos los restaurantes en Granada con terraza que merecen aquí la pena.

Por su parte, la Carrera del Darro presume de ser uno de los rincones con más encanto y tradición gastronómica de la Ciudad de la Alhambra. Para los turistas, este paseo no sólo brinda oportunidades de saciar el apetito, sino también de recorrer dos de los trece puentes históricos de Granada: los puentes de Cabrera y de Espinosa. Asimismo, los viajeros no deben abandonar la zona sin contemplar la Iglesia de Santa Ana, El Bañuelo o sus conventos.

Quienes deseen tapear y nada más, el barrio Albaicín merece figurar en cualquier itinerario turístico. Es cierto que sus callejuelas pueden resultar un tanto laberínticas para el viajero primerizo, pero cuentan con excelentes panorámicas de la Alhambra y una buena conexión con la Plaza Larga o la Placeta San Gregorio. De igual forma, la calle Navas y Puerta Real son considerados como epicentros de este arte culinario. La gastronomía granadina se miniaturiza en los bares que salpican estas zonas, rebosantes de animación, turistas extranjeros y un ambiente inmejorable para sentirse parte de una ciudad única en el mundo.

La calle Elvira es también un conocido destino de bares y locales de tapas, especialmente animado durante la noche. Pero que esta fama no disuada a las familias: como el resto de la capital, esta calle es family friendly, por lo que no será difícil localizar restaurantes turísticos de Granada con niños.

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